martes, 30 de enero de 2018

Crítica Call me by your name - El amor por encima de todo

Call me by your name


Queda poco más de un mes para conocer a los ganadores de la 90ª edición de los Oscar y el listado a mejor película ya lo tenemos marcado a fuego. Call me by your name es una de las nominadas, y aunque no parte como favorita, si se ha hecho querer por público y crítica.


Call me by your name es una adaptación de la novela homónima de 2007 del escritor André Aciman. Ambientada en la Italia de 1983, el film se sumerge en la historia de amor entre Oliver (Armie Hammer), un americano que va a pasar 6 semanas en la casa de un profesor, y Elio (Timothée Chalamet), el hijo de éste. 

Aunque a primera vista parezca una película más sobre la lucha de dos personas por tener un amor prohibido, Call me by your name es una historia de un amor puro, ni más ni menos. Es verdad que no se obvia el tabú del momento (está presente en momentos clave), pero la visión tanto del director Luca Guadagnino como del guionista James Ivory, es la de mostrar un amor sin acentuar qué sexos lo protagonizan: el amor es amor, y punto. Y a lo mejor eso es lo que la hace tan controvertida.

James Ivory y Luca Guadagnino


Con una puesta en escena tan bella como la propia Italia, la época estival es el espectador silencioso de toda esta historia. Aunque Guadagnino nos lleva a la Italia de 1983, la época sólo está presente en algunos detalles, ya que lo que de verdad transmite es la atemporalidad de lo que narra. La acción está contada desde el punto de vista de Elio, y a medida que me fui acomodando a su verano en una villa de la Toscana, fui empatizando más con él, y sobre todo recordando lo difícil, pero a la vez liberador, que es tener 17 años. 

Lo que más admiro es la delicadeza con la que está tratada toda la película en todas las escenas. Cada detalle, gesto, mirada, libro... todo está colocado para que tú como espectador te dejes atrapar por la película. Todo esto acompañado con un cuidado y elegante guion del siempre acertado Ivory, hace que Call me by your name se haya convertido en una de mis películas de 2018.

Oliver y Elio - Elio y Oliver


Una buena química en pantalla es fundamental, y en este caso, Timothée Chalament y Armie Hammer la tienen. Me ha sorprendido mucho la interpretación de Chalament, no sólo por la carga emocional de su interpretación, sino por toda la comunicación no verbal que le acompaña. Por su lado, Hammer es el estereotipo de americano perfecto: rubio, guapo, ¡y con estudios!... y se nota que ha cuidado mucho cada detalle de su interpretación, siendo el mejor acompañante de Elio pero en un buen segundo plano. La historia de ambos es tan verdadera y me la creí tanto que gran parte de esto es gracias al gran trabajo de ambos actores en pantalla. 

Call me by your name


No quiero acabar sin comentar el papel de Michael Stuhlbarg como el padre de Elio y mentor de Oliver. Un gran actor que espero que no se quede con la etiqueta de "actor secundario" que luego unos pocos recordamos su nombre, ya que cada película en la que sale él, para mi es un aliciente para ir a verla. En esta ocasión no sabía que actuaba hasta que le vi en pantalla, y me sorprendió, como siempre, para bien. 

En definitiva...


Entiendo que esta película puede que no sea para todo el mundo, pero es muy necesaria. Es una historia de amor sin etiquetas y creo que todos coincidimos en que hay muchos tipos de amor y muchas versiones de cómo contarlo. Y para mí esta es una versión muy acertada. 

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